lunes, 1 de diciembre de 2008

Colorado rocks


La montaña se adivina al llegar a Denver pero no es más que algo que parece lejano y ajeno al resto de la pradera. Desde Boulder las Rocky están más cerca pero no es como los pueblos de montaña de la vieja Europa, es nada más que un lugar bonito con tiendas y restaurantes, con una Universidad y su Pub irlandés, como no, donde se puede disfrutar de música en directo. Pero cuando subes hacia Estes Park por la 36, o mejor aún si te desvías en Lyons y sigues por la 7 a través de la ruta peak to peak, entonces es cuando la montaña se hace majestuosa y libre, si no fuera por los centenares de cabinas y otros resorts que pululan por sus faldas.


Un poco de hiking dentro del National Park (los 20 dólares valen la pena) es una gozada, hay muchas rutas de todas las distancias, algunas muy muy sencillas aptas para cualquiera. Con un poco de suerte se puede ver vida salvaje, especialmente huellas de esa naturaleza que se adivina. Los elks (wapitis o gran ciervo blanco americano) aparecen a manadas que pastan tranquilas mucho más orgullosas que los turistas ávidos de fotos. Turistas que como un servidor, lo confieso, después de admirarles y fotografiarles, se los comerán también en un restaurante de Estes Park (oferta muy variada).


Enfin, odio dar información y links y todo eso, lo siento si esperáis pues esa lista de cosas que no os podéis perder, esos restaurantes donde comer calidad a bajo precio, esos hoteles regalados......Tampoco voy a enseñar las espectaculares fotos de los atardeceres, de los caminos, de los lagos helados, en todo caso os dejo ésta, un pájaro que a pesar del frio y la nieve está ahí, acompañando aún a los viajeros, como un profe visitante en Iowa vaya....


wolfman

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito el texto! Muy evocador...
Casualmente este puente estuve con los profesores visitantes de Lexington y Dalton (Noelia, Jose, Cristina y Miriam) en Denver, desde donde pudimos ver la gran cordillera en el horizonte, de la que algunas cimas alcanzan los 5.000m de altura, si no me equivoco. Precioso; además, el último día nos nevó, lo que hizo la visita a Red Rocks mucho más atractiva.
Un saludo.

Mister Gutiérrez dijo...

Yo estuve en Boulder el año pasado y me pareció superchupi, a medio camino entre Denver y las montañas rocosas y con un ambiente progresista, un respiro entre tanta nieve y tanta maiz.

Anónimo dijo...

Sr. Wolfman me gustaría saber el nombre del plumífero captado por su cámara.
Gracias de antemano.