Por una vez no voy a usar el sarcasmo y voy a hablar de sentimientos políticamente incorrectos.
La Prom o Promenade es una de las diferentes fiestas y homenajes que los adolescentes reciben en su época de High School. Ellas y ellos se engalanan de fiesta, vestidos de noche, trajes, smoking, frac, llegada a la High School en un coche alquilado, limousine, a tracción animal….Después cena de gala, baile y algunos juegos. En ocasiones la fiesta, recatada como se estila por estos lares, sigue en casa de alguno de los chicos/as hasta altas horas de la madrugada.
Es otro momento de gloria, como el homecoming, los deportes, la graduación…..donde los protagonistas principales son ellos, los adolescentes. Algunas voces críticas dirán que es un mundo ficticio, que luego se golpearán con la realidad, que la vida no es algo tan sencillo y tan brillante. Bueno, mi admiración para estas comunidades que vuelcan su esfuerzo en los adolescentes, que realmente los miran como protagonistas cuando en otras partes son algo así como una molestia continua, un periodo de la vida que hay que superar lo antes posible.
Mi admiración para estos chicos que suelen trabajar después de clase además de participar en el equipo de fútbol, básquet, atletismo, speech.....que cuando van a la Universidad saben que buscarán un empleo y vivirán de manera independiente fuera de casa, desde los 18, quiero recalcar, desde los 18.
Aunque ideológicamente no comparta muchísimas cosas, creo que he podido aprender de la gente de las pequeñas comunidades de Iowa-por lo menos en la mía- el sentimiento de una comunidad unida, que se ayuda, que comparte, que siente….Ya entiendo que mucha gente no va a suscribir nada de esto, puede que nuestro país, España, sea tan perfecto que podamos darle sopas con honda a todo el mundo….es posible.
Mi admiración para un pueblo, Leon (Iowa) que hace que sus chicos y chicas se sientan muchas veces al año muy, muy importantes, admirados, queridos y respetados por toda la comunidad en pleno.
En la foto dos chicos de Español 2 con corazones tan grandes como su persona
