domingo, 3 de enero de 2010

OKURIBITO



Para los que no leeis mi "otro" blog, repito entrada. He visto de nuevo esta tarde la película Departures y de nuevo me sobrecoge la dignidad del ritual de despedida de los seres queridos, el respeto, decir adiós y gracias, o nos vemos más adelante...aunque no haya nada más adelante. Esta pieza del compositor Joe Hisaishi, un melancólico violoncello, merece la pena ser escuchada con los ojos cerrados.

Supongo que volver de España y enfrentarse a otro semestre con estos 25 bajo cero le pone a uno sensible el pericardio.

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